De prisa, frenética en mi paso
melancólica de historias y piruetas.
La mano roza la caja de milagros
y abre el tiempo de las sílabas.
Serena nunca.
Impaciente en el sonido, impaciente en el presagio,
de un final demasiado aventurado,
de un final que no puede
y pide ser final a puro aullido.
Un palabrerío bochornoso,
que enloquece a tinieblas mis palabras.
Un no basta
que inquieta mi cuerpo escriturario
Tragarlo todo, en un demasiado, en un silencio
largo y prolongado.
Mi garganta que aprieta
y el corazón que rueda:
rayos de bicicleta nueva
¿Escribo para mí? ¿Escribo para otro?
Importa poco.
Ligeia 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario