miércoles, 4 de septiembre de 2013

EXORCISMOS

Por Alejandra

Dentada la garganta que no sabía a grito, que era tumulto de raíces violáceas. En las noches cacerías rojas atrapaban al culpable del crimen. Poseída, como rehén de sussinsentidos y deshojada por las lágrimas amarillas de los paraguas. Sólo un soplo en su YO para que las palabras y el silencio la convirtieran en la OTRA. Ligera memoria de muñecas quietas con párpados indecibles de traición. Máscaras en la entretela de sus abismos.

LIGEIA 2013


ABISMO

Dejó caer la cartera en el suelo y se desplomó sobre la silla. Miró sus uñas sin atreverse a confesarlo. Él abrió las ventanas y una ráfaga de miedo la cegó. Su grieta era lejana pero ella la había actualizado, convirtiéndola en un presente sinuoso. La fruta había sido devorada en el lugar equivocado y su nombre ya no le pertenecía.
                                                                                                                                           LIGEIA 2012

PASAJES

 Urgido por la fatalidad de hacer algo, de poblar de algún modo el tiempo, quise recordar, en mi sombra, todo lo que sabía.
LA ESCRITURA DE DIOS,Jorge Luis Borges
Sintió que algo en ese pozo lo reclamaba. Buscó a tientas la soga y trepó el húmedo fondo de su soledad. El tacto se le hizo piel y pudo distinguir cada raíz cortada, cada tiniebla, cada fisura en el fondo de aquel sótano de tierra. Entrecerró los ojos e imaginó cómo había sido aquel lugar antes de la hendidura, de las posteriores excavaciones, de la celosa protección de su familia. Pero no pudo sentir nada, solo una saliva espesa y seca que daba vueltas alrededor de su lengua y caía por su garganta. Su mano derecha seguía sosteniendo la soga con fuerza, aunque fuera inútil, aunque ya no fuera necesario dejarse tentar por aquel abismo. En la izquierda sostenía un puñado de polvo que recogió en la caída, polvo que le empañó la vista y le hizo dudar sobre el sentido de aquella promesa.


Sus pies comenzaron a humedecerse con el barro que acumulaba el fondo y también sintieron nuevamente las raíces que rompían los espacios planos, que los deshacían como nervios saltarines y difusos en el interior de su cuerpo. Experimentó una satisfacción inusual y sus ojos iluminaron cada uno de los rincones que la forma le negaba. Recordó la palabra y la mezcló con conversaciones antiguas para que no fuera descubierta. Oyó el rugido del animal y olvidó cómo llamarlo, sólo alcanzó a divisar sus garras que pugnaban por escapar de la grieta. “La escritura de Dios”- pensó, pero la imposibilidad lo tenía atrapado sin lenguaje. Asomó su ojo izquierdo y lo vió: indescriptible e indescifrable como aquella criatura mítica que sus antepasados silenciaran. Volvió a acercarse y el sonido hueco lo hirió hasta que sus oídos comenzaron a sangrar. Sintió pena: pena por el silencio, por la traición y el desarraigo; pena por sus hijos y sus nietos; pena por él. Intentó atravesar la grieta con su cuerpo, pero éste resultaba enorme en comparación con la inquieta hendidura. Le dolió cuando el tigre hirió su pierna, pero decidió olvidar su dolor. ¿Para qué sirve el pasado? – se preguntó, e inmediatamente supo que ese sitio era su recuerdo, su ser, su linaje. De un modo u otro siempre había sabido de su existencia, a pesar de las conversaciones en voz baja entre su madre y su abuela, a pesar de la ceguera del viento en las noches calurosas, a pesar del pozo mismo. Esa criatura le pertenecía, era su herencia, le irradiaba vida e incertidumbre –y, hasta quizás, muerte- sólo debía hallar la manera de tocar la grieta.
                                                            LIGEIA 2012 

SIN TÍTULO

Pim-pam piedras pisánsodose los pies.
Pim-pam postrero pesado público papel.
Pim-pam paradestruircomoseñuelo.
Pim-pam premio paz pezaletasimperialistas.
Volcánico arrebato de poder que retuerce la ternura.
Solos en el mundo, vaciados, entumecidos de mentiras mentirosas.
Villanos de far west con ropa negra, blanca, amarilla…
haciendo hincapié en lo indecible, en lo inesperado, en lo increible.
Pim-pam, otra guerra.

LIGEIA

4/9/2013

SAN FRANCISCO

 Nacida para estallar
entre rollos de películas e imágenes,
San Francisco.
Orígenes y convergencia de llamados de trompeta;
alguien sueña, alguien imagina un auto deslizándose por una carretera, un pie, un hombro de mujer.
Tristeza de las tomas desechadas que se resisten a su rechazo y buscan tocar lo humano
que la cámara les ofrece.
Recortes y pliegues que estrechan una historia
con mirada rallada, socavada por la voz que no pudo decir aquello para lo que fue creada.


LIGEIA 2013
Antiguos rituales de lapislázuli
sucumbían en sus bocas azuladas.
Un mar estremecido agitaba las embarcaciones,
delirio apresado de otros seres,
piedra que boga entre susurros,
secreto  de bellas mujeres que se deshacen
en el abeto de sus emociones
                                                                                       LIGEIA 2013

TAREA

A tientas, en la enredada mañana,
entre el caracol vacío y el espacio de la luz.

Amarillo , rojo y azul –dijo seguro,
como si los colores fueran cosas del decir.
Caravana de violetas y verdes, elásticos fucsias,
todos asidos por el oscurecer de las palabras.

La pizarra muda y sus ganas de llorar
en la enredada mañana, a tientas.


LIGEIA 2013