entre obstinación y entrega
entre la fascinante espera de tus pies
y la caminata tardía del descenso.
No mucho, sólo poco, salvación del brazo cansado,
fiera anodina de la noche-grieta entre tumultos:
redención de tus muslos en mis piernas
y balneario ahogado en tu sexo de penumbra.
LIGEIA 2012