jueves, 28 de junio de 2012

DOMINGO



Entretanto salió por la ventanilla
y saboreó el amor que se iba con el viento.
Le llevó poco llegar a lo previsto
mientras todo se transformó en un ave muerta
en el infinito espacio de las kermeses,
donde patitos de hule flotaban en la cumbre del agua,
donde gente enmascarada giraba sus anillos.
La gran rueda daba vueltas y su chirrido tenía olor a crema,
y movía las aspas oxidadas sobre el árbol gigante que la sostenía.
Un día de fiesta, petardos y fuegos artificiales
sin pecados concebidos.
LIGEIA 2012

lunes, 25 de junio de 2012

AMAR



Valija ardiente entre tus brazos
que tocan el espejo libélula de la mañana
sobre la frente insospechada de tu tiempo,
sobre la tierra oxidada de tu ombligo.

Labio infiel que mezclas la pulsera-farol
de tu tobillo, con el suspiro indecente de tu dedo.
Peces, habitación-viento y tus ojos
que simulan estaciones inertes y campos de vacío,
en el armario-lluvia de tus manos
en el papel-vereda de mis años.

Ligeia 2012

EL OLVIDO



Cortes-Espacios-Pieles
y una lengua comida por otra boca
y un testigo en los ojos
y una ciudad que quema su memoria.
Ligeia 2012

EMA



            Ema espió por detrás del cortinado las coreografías que las bailarinas más jóvenes realizaban sobre el escenario. Sentía determinado orgullo hacia aquellas muchachas pueblerinas que venían a exhibir sus cuerpos en la Gran Ciudad. Ella también lo había hecho en algún momento; ahora la artritis dolía y le pesaba en los párpados.
            Pero esa noche era su homenaje, así que se había colocado los guantes negros aquellos, que habían sido regalo de algún amante, y el vestido de gaza verde que tan bien caía sobre su aún marcada cintura.
            Una expresión de anhelo y de tristeza se entremezclaban en el fondo de sus ojos, aunque también sostenían una vigilia plena sobre sus breves cejas. Lo recordó al borde del llanto, vio su melena profunda y su traje de etiqueta ubicado en la primera fila. Vio también aquel baile y la mirada que se le impregnaría en la piel.
            Javier, así se llamaba, le había llevado flores a la salida del espectáculo. Ella, atrapada por la fascinación, lo había seguido atada a su mano toda la noche. Él le susurró palabras que olían a perfume (después ese perfume penetraría su joven e inexperimentado cuerpo). ¿Cuánto duró? Lo había olvidado; quizás seis o siete funciones.
            Aspiró con intensidad los aplausos que la recibían y buscó, entre los hombres presentes, aquel al que había amado. Salió del escenario con una lágrima pausada, ahogada en la ausencia, desbarrancada sobre su propio sueño.
Ligeia 2012

MANCHAS Y TIERRA



            Cuando era niña sentía una especial inclinación hacia el suelo: me desplazaba cual reptil entre los muebles de la casa. Algunas veces, llenaba mi cuerpo de colores y los imprimía en las baldosas del patio; así surgió Joaquín, que en principio era sólo una pelota despareja dibujada al costado de la galería.
            Las siestas eran importantes en mi pueblo y me producían una especie de afixia diaria y repetida, era como si buscaran aprisionar mi imaginación en un trozo de tiempo, dentro de una caja llena de alambres. Atrapada, escapaba a través de los huecos y reponía la luz que el sueño se empecinaba en quitarme. Y Joaquín fue cobrando vida, mi cuerpo buscaba un compañero de juegos, así que amasó polvos de distintos colores y lo delineó contra el suelo. Lo último que le colgué, recuerdo, fue un globo ruidoso, que hacía juego con mi corazón.
            Pasó tiempo, y esta muchacha de ahora continúa aborreciendo las siestas, y sigue acumulando imágenes a las cuales atarse para sentirse libre: un día, un espejo; otro, una sombra sobre la puerta que conduce al corredor. Mirarme pero desdibujada, desconocida ante mí y ante los otros.
            Joaquín desapareció rápidamente, Casilda se ocupó de borrarlo de un baldazo, pero también borró mi cuerpo, intenso en sensaciones de colores que se derramaban sobre el suelo.  El primer amor y el último, el sortilegio de una tierra que abraza y, mis manos que se siguen hundiendo en ella, buscando las respuestas que el dueño de la siesta me quitó.

Ligeia 2012

OTRO DÍA


Urbano puente
entre mis pies oscuros.
Tablas sobre el camino de palabras y
otro hasta mucho
NIEBLA, NUBE, SABOTAJE.
Sol y Manos,
azada de conflictos,
situación sentido sines,
expresión entre mi piel.
Abrazos y choque de arrugas.
Salvajes caídas en el dolor,
temor en el ya irse.
Ilusión de viejos payasos
marchando a piernas extendidas
que sonríen al adiós.
¿Ahora la perdida?
Ya sólo habla ¿cómo?
Todos aplauden.
Otro día.

Ligeia 2012

ESCRIBO



De prisa, frenética en mi paso
melancólica de historias y piruetas.
La mano roza la caja de milagros
y abre el tiempo de las sílabas.

Serena nunca.
Impaciente en el sonido, impaciente en el presagio,
de un final demasiado aventurado,
de un final que no puede
y pide ser final a puro aullido.

Un palabrerío bochornoso,
que enloquece a tinieblas mis palabras.
Un no basta
que inquieta mi cuerpo escriturario

Tragarlo todo, en un demasiado, en un silencio
largo y prolongado.
Mi garganta que aprieta
y el corazón que rueda:
rayos de bicicleta nueva

¿Escribo para mí? ¿Escribo para otro?
Importa poco.

Ligeia 2012